Según el Real Decreto 901/2020, de 13 de octubre de 2020, las empresas de más de 50 trabajadores deberán de contar con un plan de igualdad que reduzca la brecha de género entre su plantilla, por lo que se hace cada vez más latente el incorporar dentro de la estrategia empresarial acciones que fomenten el bienestar laboral entre todas las personas que integran la organización.

Desde el pasado 7 de marzo de 2021 es de obligado cumplimiento por parte de las empresas tener aprobado y aplicado un plan de igualdad en plantillas que se sitúen entre 101 y 150 personas trabajadoras. En las empresas con una plantilla de más de 150 personas ya era de obligado cumplimiento, pero a partir del 7 de marzo de 2022 tendrán que cumplirlo también las empresas de 50 o más personas trabajadoras.

Más allá de un cumplimiento legal para alcanzar la igualdad de trato y oportunidades entre mujeres y hombres, tenemos la ocasión perfecta para comprometer a la dirección en un cambio de cultura donde prime el bienestar social y profesional. Si somos capaces de comunicar adecuadamente a la dirección la oportunidad que tenemos frente a nosotros de aumentar la productividad y ser más competitivos y eficientes, mejorando todas las relaciones con los stakeholders, podremos posicionar al área de personas en el centro del negocio, dando prioridad a todas las personas que integran la organización. Por lo tanto, tenemos dos vías de actuación, implantarlo como mero cumplimiento (restando valor a la función de personas realizando acciones puntuales) o como oportunidad para poner foco en las personas, con acciones adecuadas donde podamos alinear el plan de igualdad al plan estratégico de la empresa.

Beneficios para impulsar tu empresa gracias al Plan de Igualdad

Los beneficios de implantar un plan de igualdad eficiente, más allá del cumplimiento legal, podemos resumirlos en tres puntos clave. 

• Mejora del clima laboral: Gestionar la diversidad significa escuchar las necesidades de cada persona para poder satisfacerlas. Una eficiente gestión nos ayudará a mejorar las relaciones internas. Un trato equitativo, desde el respeto y el desarrollo de talento de hombres y mujeres, nos conducirán a favorecer las relaciones laborales y manejar mejor los conflictos internos que puedan surgir por el camino. Ayudar a conciliar y ser flexibles con la jornada, supondrá también gestionar mejor el tiempo, racionalizando los horarios y mejorando el desempeño laboral. Todo ello, contribuirá a reducir el absentismo con un gran impacto en la cultura interna, aumentando la confianza por parte de toda la plantilla. Ser flexibles nos ayuda como organización a adaptarnos mejor a futuros cambios y a cualquier circunstancia.

• Mejora del engagement: El mercado laboral actual es cada vez más cambiante y las exigencias por parte de los nuevos profesionales son cada vez mayores, no solo se centran en la parte económica, sino que cada vez adquiere más peso aspectos como el contrato psicológico, donde entran en juego las emociones en el entorno laboral. Trabajar el sentimiento de pertenencia se hace imprescindible en nuestra hoja de ruta. No hay mejor señal de respeto que mostrar un entorno donde las personas se sientan escuchadas e integradas. El vínculo emocional que se genere será muy necesario para ir sembrando el compromiso laboral del futuro.

• Mejora de la imagen corporativa y disminución de los costes: Proyectar una imagen socialmente responsable influirá positivamente en reforzar nuestra marca y aumentará la fidelización de nuestros clientes, ya que esta será coherente y estará alineada con nuestro plan de igualdad, mostrando en todo momento seguridad y confianza a nuestros clientes y futuros profesionales. Todo ello repercutirá en la reducción de costes de personal ante la atracción, reclutamiento y fidelización de talento. Conciliar y apostar por jornadas flexibles no sólo derivarán en la reducción de gastos en infraestructura, sino también en dietas y desplazamientos, así como en la disminución de costes por absentismo laboral.

Desarrolla un buen plan de igualdad y comunícalo a toda la plantilla

El coste por no cumplir con las obligaciones que en materia de igualdad quedan establecidas en el Estatuto de los Trabajadores o convenio colectivo, puede dar lugar a sanciones económicas con multas entre 626 euros y 6.250 euros (en caso de considerarse grave) o de entre 6.251 euros a 187.515 euros (en caso de considerarse muy graves). Sin embargo, tener un plan de igualdad implantado en la empresa no tiene por qué suponer una inversión elevada y nos puede favorecer a la hora de aminorar posibles sanciones, solicitar subvenciones…

Una vez valorada la importancia y la oportunidad que nos brinda implantar el plan de igualdad y de plasmarlo en nuestra hoja de ruta, el siguiente paso consistirá en tener en cuenta ciertas variables para desarrollar un plan eficiente de igualdad.

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Una vez elaborado nuestro plan de igualdad será necesario dar difusión del mismo a toda nuestra plantilla: debemos asegurarnos de que toda nuestra plantilla conoce el plan de igualdad, los canales para transmitir cualquier necesidad y las acciones que se gestionen, así como las personas de referencia que formarán nuestro comité de igualdad para que puedan comunicarse con ellos de forma accesible y ágil. Informarles de cómo se ha de actuar en caso de acoso laboral y a dónde y quién deben dirigirse será muy prioritario para fomentar el bienestar laboral, siendo transparentes y mostrándonos cercanos en todo momento para dar respuesta a las necesidades de toda la plantilla.